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Crónica de Ilegales en el Kafé Antzokia de Bilbao

Si algo tiene Jorge Ilegal es que es incombustible. El tío ha debido hacer un pacto con el diablo porque se mantiene en una envidiable forma musical. Los años para él son una mera anécdota. De hecho, parecía estar en mejor forma física que la última vez que lo vimos en el Derrame Rock.

Esto lo pudimos comprobar el vienes pasado en el Kafe Antzokia de Bilbao, una sala mítica para un grupo no menos mítico. Las entradas estaban todas vendidas desde hace varias semanas para ver la presentación de su enésimo trabajo “Rebelión”. Sigue sonando a sí mismo: subversivo, fiel, pesimista, crítico… punk. Yo no conocía bien el disco pero el grupo encajó los temas nuevos a duras penas entre el abundante repertorio. Un público ecléctico, no demasiado joven por cierto, se sabía toda la letra de todos los temas. Prácticamente Jorge se podía haber callado que la gente habría cantado por él.

Pero no se calla. Ni se calla cantando, ni se calla para decir que le emociona un tema que no cantaba desde los 90, ni se calla para darnos la bendición ilegal, ni mucho menos acalló su guitarra, todo lo contrario, en las casi dos horas que duró el concierto solamente soltó la guitarra para cambiarla por rotura de una cuerda, a falta de 30 segundos para que acabara el concierto. Por haber, hubo hasta un falso arranque por un problema con la guitarra original, a la que, según nos dijo, no le funcionaba el botón del volumen desde que actuó “caralsol” en un festival veraniego.

Del repertorio qué decir (no fue en este orden): Caramelos Podridos, La Casa del Misterio, Eres una puta (que con los tiempos que corren, es un tema arriesgado…), Ella saltó por la ventana, Me gusta cómo hueles ponte a salvo, Chicos pálidos para la máquina, Problema sexual, Regreso al sexo químicamente puro, Yo soy quien espía los juegos de los niños (genial), Agotados de esperar el fin (la coreamos como un mantra), Voy al bar (enorme), África paga, Bestia bestia, Ángel exterminador, Enamorados de Varsovia, El norte está lleno de frío… Tampoco faltaron las más conocidas por todo el público como son Hola Mamoncete, Tiempos nuevos tiempos salvajes (mi favorita) y una delirante Soy un macarra con una improvisación de Strangers in the Night con la que flipamos. Vamos que yo creí que habían estado todas, aunque un experto en Ilegales me dijo que habían faltado algunas.

Como mandan los cánones de los conciertos, hicieron una primera despedida que no se creía nadie y tras cinco minutos volvieron: “Como hay tiempo para dos temas, vamos a hacer cuatro”. Y efectivamente, fueron 4 temas de los cuales el último fue Destruye, gran broche de oro final, que invitó a los tumultos entre un sector del público. La verdad es que en un concierto de Ilegales no podían faltar.

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